El control de procesos es uno de
los factores más importantes en una producción con
un alto estándar cualitativo, de la misma manera que la precisión
en clave es clave en la investigación. La temperatura es
hoy en día una de las variables más importantes en
ambos sectores.
Hasta hace pocas década, los termómetros tanto en
la industria como en los laboratorios eran generalmente de dos tipos:
de vidrio o bimetálicos.
Los termómetros de vidrio y bimetálicos usan la expansión
térmica para medir la temperatura. Este método se
basa en la medida directa de una transformación física
y puede suministrar un falso sentido de fiabilidad, ya que es posible
"ver" como funciona.
Este sistema ya no es el adecuado por muchas razones. Su precisión
y su rango son muy limitados. Los termómetros de vidrio son
frágiles y peligrosos tanto para la salud como para el ambiente.
Por estas razones, se ha hecho necesario un método alternativo
para medir la temperatura, como son los termómetros electrónicos.
Los termómetros electrónicos ofrecen una precisión
elevada, seguridad y versatilidad en el control de la temperatura
de los procesos industriales, alimentarios y en los análisis
de laboratorio.
Su velocidad de respuesta es importante cuando las reacciones que
se monitorizan, cambian rápidamente. Además, usan
sensores de pequeñas dimensiones, que permiten realizar la
medida en áreas reducidas, como por ejemplo en la electrónica.
ofrecen posibilidad de memorizar las medidas, no temen la tensión
mecánica o las condiciones ambientales adversas que se pueden
encontrar en las medidas de campo.
Para mas información ver: Cómo medir la temperatura. Tipos de termómetros
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